Cuando viajas por India y hablas con la gente, tarde o temprano aparece el tema de los matrimonios concertados. Para quienes venimos de culturas donde lo común es casarse por amor romántico puede sonar raro o incluso difícil de entender. En India esta práctica ha sido parte de la vida cotidiana durante siglos y todavía hoy ocupa un lugar importante.
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Qué significa un matrimonio concertado
Un matrimonio concertado no significa que los novios no tengan palabra. Significa que las familias participan de manera activa en la búsqueda de la pareja.
Padres, tíos y hasta abuelos observan la educación, el origen familiar, la religión, la compatibilidad de las cartas astrales y las expectativas de futuro. Después de ese proceso los novios se conocen y en la mayoría de los casos deciden si avanzar o no.
En India el matrimonio no se ve como algo individual. Es la unión de dos familias y muchas veces también de dos comunidades.
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El peso de la dote ayer y hoy
Aquí aparece un tema sensible, la dote. Durante siglos la familia de la novia entregaba dinero, joyas o bienes a la familia del novio al momento de casarse. En 1961 se promulgó la ley que la prohibía, aunque en la realidad la práctica continúa muy viva.
Hoy se presenta bajo la forma de regalos que acompañan a la novia cuando entra en su nueva casa. A veces son joyas, dinero o ropa, en otras ocasiones pueden ser electrodomésticos, autos o incluso propiedades. Aunque está prohibida oficialmente, en muchas familias se sigue esperando.
Para algunos esta costumbre significa cariño y apoyo. Para otros representa una carga económica enorme que marca la vida de las hijas y de sus padres.
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Entre tradición y modernidad
La India actual es un país de contrastes. En las grandes ciudades cada vez más jóvenes eligen a sus parejas y los matrimonios por amor se vuelven más comunes. Aun así las familias suelen mantener un papel importante como consejeras y guardianas de la bendición.
El amor romántico ya no es un tabú, aunque el respeto hacia los padres y hacia la comunidad sigue teniendo un gran peso. Y aunque la dote ya no es legal, su presencia se percibe todavía en muchas bodas.
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Una mirada más humana
Cuando converso con mis viajeros sobre este tema siempre llegamos a la misma conclusión. Más allá de las diferencias culturales todos buscamos lo mismo. Que el matrimonio traiga compañía, alegría y un proyecto compartido.
India me enseñó que detrás de lo que parece tan distinto existe un deseo común. Construir lazos que duren en el tiempo.
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¿Qué piensas de los matrimonios concertados?
