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Cuando fuimos al registro civil para casarnos en India, nos pidieron varios documentos. Entre ellos faltaba uno que ninguno de los dos imaginaba.

“Necesitan la autorización del astrólogo del pueblo, sin ese documento, no hay casorio”.
Así de simple. Y así de contundente.

Ahí empezó nuestra aventura: salir a buscar al astrólogo y su bendición, sin saber con qué nos íbamos a encontrar.

El encuentro con el astrólogo en el templo

Lo hallamos en un templo hindú, sentado con toda la solemnidad del mundo. Imponente, ceremonioso. Como nuestros padres ya no estaban presentes para dar su consentimiento (algo fundamental en la tradición india), él tomó su lugar.

Nos entrevistó por separado y después nos hizo esperar lo que sentimos como una eternidad. Esa espera tenía peso, tenía misterio… hasta que finalmente nos entregó su aprobación.

Una ceremonia para honrar a los ancestros

El día todavía tenía una sorpresa más. Un sacerdote nos llevó a la playa, frente al mar, donde realizó una ofrenda (puja) para honrar a nuestros ancestros. Fue uno de esos momentos en que el corazón se aprieta y las lágrimas asoman solas: sentir que ellos, desde donde estén, nos bendecían y sonreían.

La carta astral: 7 vidas juntos

Finalmente, el astrólogo nos entregó nuestras cartas astrales. Las miró, nos miró a nosotros y dijo:
“Aquí tienen la prueba. Su matrimonio tiene buenos augurios, estarán 7 vidas juntos.”

Respiramos profundo. Teníamos el papel, su bendición y hasta la fecha y la hora de la ceremonia, fijadas según las estrellas. Nada quedó al azar.

El día que nos casamos en Varkala

Un día como hoy, hace ya 12 años, Rom y yo nos casamos en un templo de Varkala, al sur de India. Él de dhoti, yo de sari rojo, como manda la tradición. Fue el broche perfecto que selló nuestra unión con nosotros mismos y con India, tierra y gente que llevamos en el alma.

El rol del astrólogo en la vida india

En India, los astrólogos no son una rareza ni un detalle pintoresco. Son parte del día a día.
Desde el nacimiento, se levanta la carta astral con la hora y fecha exacta, y ese mapa celeste acompaña decisiones importantes: el nombre de un hijo, un negocio, un viaje y, por supuesto, un matrimonio.

Casarse sin la aprobación del astrólogo es casi imposible en muchas comunidades. Él determina la compatibilidad de la pareja y el momento propicio para la boda. Así, lo humano y lo divino se entrelazan en cada paso de la vida.

Reflexión final

India me enseñó que en las decisiones más grandes, como un matrimonio, el corazón y las estrellas van de la mano.

Hoy recuerdo esa historia con gratitud. Y pienso: nuestra vida juntos también nació marcada por esa unión entre lo humano y lo divino.

¿Te casarías bajo la bendición de un astrólogo en India?

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